Una fonda con mucha historia
La masia Can Constans data del siglo XVII y el año 1960, cuando todavía no existía medio de transporte para llegar, fue convertida en fonda por los padres de la actual propietaria, Magda. Durante unas cuantas décadas fue un alojamiento muy querido por sus clientes, por el trato familiar que se establecía. Años más tarde, para adaptarse a los nuevos tiempos, se hicieron reformas en las casas pero con la intención de respetar al máximo la estructura y los materiales, utilizando madera, piedra y pizarra de la zona, para mantener su espíritu.
Actualmente la Masia Can Constans está formada por cuatro casitas de plantas independientes cada una. En el edificio de La Cabana hay dos casas: L’Arç y El Boix. Y en el edificio El Porxo, las casas El Cucut y La Daina. Todas disponen de cocina, comedor y chimenea.